La cocina tradicional nos aporta platos esenciales en nuestra cultura, uno de ellos es el arroz meloso y cocinarlo tiene su ciencia. Aunque es fácil conseguirlo, es uno de esos platos en los que se debe estar muy atento a retirarlo del fogón en el momento adecuado y tener bien calculada la cantidad correcta de agua, porque una vez apagado el fuego, el arroz continúa absorviendo agua, el resultado final se nos puede ir de madre y el arroz no consiga una textura húmeda y untosa y no quede ni seco ni caldoso.
Para los fans del arroz, que son muchos, comentaros que, durante todo este mes de mayo en Lloret de Mar, se desarrollarán las XVIII jornadas gastronómicas del arroz, un homenaje a la cocina popular marinera de esa localidad y buen reclamo para dar una vuelta por la localidad y sentarse a la mesa de uno de los múltiples restaurantes asociados a esta iniciativa.
Junto al arroz meloso, pueden participar muchas opciones como pollo, bogavante, langostinos, gambas, bacalao, costillas y los productos que nos aporte nuestra creatividad. En mi caso la receta que os propongo va cocinado con setas y crujiente de parmesano.
Ingredientes:
150gr Cebolla de Figueres
100gr Trompeta de la muerte
100gr Rebozuelos
320gr Arroz bomba
2l Caldo de pollo
200gr Parmesano
Sal y pimienta
Mantequilla
Marca:
Picamos la cebolla de Figueras y la pochamos en aceite de oliva. Limpiamos las setas y añadimos a la cebolla. Rehogamos hasta cocinar. Condimentamos y reservamos.
Crujiente parmesano:
Extendemos el queso sobre un papel de horno. Cubrimos con otro papel y horneamos entre dos bandejas de horno. Cocinamos a 170º hasta que este crujiente. Reservamos.
Al servicio, nacaramos el arroz en una cazuela junto con la marca. Añadimos el caldo de pollo y cocinamos lentamente. Cuando este cocinado rectificamos la condimentación y ligamos con una punta de mantequilla.
Emplatamos en molde, decoramos con una flor de pensamiento mini y la teja de parmesano rota.
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