14 - 05 - 2016

La simbología es algo innato en el ser humano, amplificada por la influencia religiosa, los mitos o el interés por lo oculto. Es algo muy enraizado en nuestro adn, y parte de un abstracto intangible, para convertirse en formas materiales que den significado a explicaciones no comprensibles.

En el universo de esta simbología el huevo tiene mucho que ver con ella, su forma y una cáscara que oculta el contenido, pueden dar lugar a muchas interpretaciones, que en ocasiones se manifiestan en representaciones en el mundo del arte o el costumbrismo. Si visitamos el Museo Dalí de Figueras, nos encontraremos unos huevos enormes en la Torre Galatea, interpretación de Salvador Dalí de la fertilidad y el amor, que también están presentes en algunas de sus pinturas. El orfebre Fabergé, lo escenificó en los 69 huevos que creó para los zares y la nobleza rusa, considerados como obras maestras de la joyería, admirados por los coleccionistas y con anécdota incluida del chatarrero que encontró uno de ellos y desconocía que estaba valorado en 23 millones de euros.

Esta forma ovoide también tiene protagonismo en los huevos de Pascua, una interpretación del cristianismo al asociar huevo y fertilidad. Al ser la primavera la estación en la que las aves ponen sus huevos y ser coincidente con la Pascua, primero con azúcar y después con huevo de chocolate, este símbolo se convirtió en una tradición muy arraigada entre nosotros.

La cocina también ha tenido su aportación a esta simbología, pero de una forma práctica, manipulando al huevo con una forma material y un significado beneficioso para nuestro estómago. Aquí es donde entran en escena la multitud de platos que se pueden elaborar, que en mi caso interpreto en un huevo poche con parmentiere y trufa.

Ingredientes:

Huevos   4 unidades

Trufa tuber melanosporum

Patata monalisa  1/2kg

Mantequilla  120gr

Sal/pimienta

Elaboración:

Parmentiere:

Pelamos las patatas y las cortamos en trozos. Las hervimos en agua y sal. Una vez cocinadas las colamos y pasamos por el pasapurés. Incorporamos la mantequilla y condimentamos. Reservamos.

Cocción de los huevos:

Cocinamos los huevos en un ronner a 63º durante 35 minutos.

Presentamos en un plato hondo, con el parmentiere en la base, encima colocamos un huevo pochado y rallamos la trufa por encima.

Terminamos con sal maldon y aceite de oliva.

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