Una buena opción para el plato principal de una de las muchas comidas navideñas puede ser un confit de pato. Con una carne de textura fibrosa y un sabor potente, si en el acompañamiento domina el sabor dulce, resultará una exquisita puesta en escena.
Llegar hasta el confit forma parte de un proceso que arranca con la carne del pato cebado que después se salará con sal gorda, se retirará y posteriormente se cocerá en su propia grasa para pasarla a conserva. Otra opción que resta la intensidad de su sabor es cociéndolo con aceite de oliva.
En el continente europeo, hablar de pato es hablar de Francia. Con una larga tradición en su consumo y rituales tan consagrados como reservar una mesa en el restaurante La Tour d’Argent de París, deleitándonos con un plato de su afamado pato mientras nos maravillamos con la visión de Notre-Dame, sin olvidar a la región de La Gascuña, donde el confit de pato se considera una especialidad con varios siglos de antiguedad.
A lo largo de la historia, en la mesa de reyes y emperadores, el pato siempre ha estado presente como protagonista de sus banquetes. Con esta receta rinde homenaje a tu gente y hazles sentir como ellos.
Ingredientes:
4 confits de pato
4 bizcochitos de miel y cítricos
100 ml de salsa de pato
1 pomelo
1 naranja
Para el bizcochito:
125gr de huevo liquido
120gr azúcar lustre
70gr de miel
100gr mantequilla
150gr de harina
25gr leche
10gr de impulsor
75gr leche condensada
Pizca de sal
ralladura naranja y limón
Elaboración:
Para el bizcochito:
Mezclar los huevos con la miel. Añadir la harina, el impulsor, la sal y el azúcar. Fundir la mantequilla junto con la leche y la leche condensada. Añadir las ralladuras de cítricos. Moldear y cocinar a 180º.
Pintar el plato con una línea de pasta de mandarina. Colocar un pastelito de cítricos acabado con naranja y pomelo.
Calentar el confit en el horno hasta que esté bien crujiente.
Enplatar el confit al lado del pastelito y salsear con la salsa ligada con mantequilla.