Rellenar huevos tiene mucho de simbología, y ya os lo explicaba en la entrada que publiqué del huevo poché con parmentiere. En esta ocasión, utilizaremos su cáscara como contenedor de los protagonistas de esta receta, cuidando su recorte para que la presentación quede correcta.
He escogido la patata ratte por su textura y delicado sabor que muchos asocian con los frutos secos, con el contraste del foie, las migas de pan de coca y el toque de aire de trufa.
Seguramente asombrará a vuestros comensales y será una puesta en escena para “abrir boca”. Un huevo kínder para todos. El regalo: su originalidad.
Ingredientes:
Huevos frescos 4 unidades
Crema de patata ratte 200ml
Terrina de foie 50 grs
Jugo de pollo rustido 80ml
Leche fría 100ml
Aceite de trufa
Lecitina de soja
Sal y pimienta
Pan de coca 100grs
Aceite de oliva 20 grs
Elaboración:
Huevos:
Abrimos los huevos y reservamos las yemas y las claras para otra elaboración.
Hervimos las cascaras 5 minutos en agua y vinagre. Lavar y reservar.
Crema de patata:
Hervir la patata ratte en agua y sal. Pelar y pasar por el pasa purés. Dar textura de crema con leche, crema de leche, sal y pimienta blanca. Reservar.
Migas de pan de coca:
Mojar el pan con el aceite y cocinar en horno hasta que esté bien crujiente. Dejar enfriar y romper en trozos pequeños.
Montaje:
En el fondo del huevo colocamos la crema de patata. Sobre ella, la terrina de foie cortada en dados de 1/2cm, el jugo de pollo y las migas de pan de coca.
Cubrimos con el aire de trufa