Si comes zanahorias, tendrás una buena vista. Así reza el dicho popular de esta hortaliza que presume de una larga lista de beneficios para la salud, como el de ayudar a broncear la piel de una forma equilibrada, estimular el apetito, combatir el estreñimiento y el colesterol, entre otros que comprenden una larga lista de beneficios.
Tiene a sus espaldas tres milenios de vida como cultivo, iniciándose en lo que hoy es Afganistán con la curiosidad de en aquella época poseía un color púrpura en el exterior y amarillo en el interior, que fue variando a diferentes tonos de blanco, amarillo, verde e ¡incluso negro! cuando su cultivo se extendió por el continente africano y Asia. El color naranja con el que la conocemos en la actualidad fue un acto de patriotismo de los holandeses, quienes en el siglo XVI realizaron un cruce para que el color fuera el de la casa real Orange.
Por cierto, si recordáis al conejo Bugs Bunny, aquel de los dibujos animados que siempre estaba comiendo zanahorias, tuvo un doblador americano al que no le gustaban nada estas hortalizas, pero debía morderlas para conseguir el sonido del crujido, que automáticamente le provocaba la consecuente mueca de desagrado y un acto repulsivo al expulsarla después de la boca.
Muchas son las combinaciones que podemos realizar con ellas en la cocina y desde este blog os animo a que pongáis en práctica esta receta. También, porque algunas investigaciones científicas indican que cocinarlas pueden ayudar a incrementar su contenido nutricional.
Ingredientes:
Bizcocho zanahoria:
Harina 200 grs
Azúcar 450 grs
Mantequilla 200 grs
Zanahoria cocida 250grs
Impulsor 25grs
Huevos Cuatro unidades
Canela
Clavo de olor
Cremoso de queso:
250 Gr de philadelphia
50 Gr de crema de leche
50 Gr de azúcar
½ Unidad de gelatina
Puré de zanahoria:
Zanahoria 200 grs
Azúcar 60grs
Mini zanahorias 12 unidades
Elaboración:
Bizcocho:
Hervir la zanahoria en agua. Colar y triturar bien escurrida.
Mezclamos todos los ingredientes en la mezcladora, excepto la harina. Por último, tamizamos la harina y la incorporamos.
Cocinamos a 180 grados durante 45 minutos aproximadamente. Dejar enfriar y cortar bastones.
Cremoso queso:
Calentamos la crema de leche y el azúcar. Disolvemos la gelatina. Añadimos al queso en una batidora con varillas.
Dejamos en la nevera tapado por contacto 12 horas.
Puré dulce zanahoria:
Cocinamos las zanahorias con un poco de azúcar. Triturar y reservar.
Mini zanahorias:
Pelamos las zanahorias y cortamos a 3 cm desde el tallo. Cocinamos en almíbar dejando la parte verde sin contacto en el calor para que conserve el color. Reservar.
Al pase colocamos unos bastoncitos de bizcocho, unas quenelles de cremoso de queso y unos puntos de puré de zanahoria. Encima del puré colocamos una mini zanahoria, y sobre él, las quenelle, después pintamos con caramelo líquido.