Con la llegada del otoño y pensado en la elaboración de un plato, nuestro metabolismo nos pide que busquemos protagonistas que aporten más intensidad al paladar y estómago. No es de extrañar que asados y carnes a la brasa, dejen paso a los platos ligeros de un verano en retirada y guardemos sus preparaciones para el próximo año.
Siguiendo esa reflexión, en esta receta, la sugerencia que os realizo es la de un cabrito a la brasa, acompañado de rebozuelo, una seta que ya era muy apreciada en la antigua Roma, fácil de conservar y una carne de gusto muy fino y algo perfumada. Con el toque de unas falsas patatas al caliu que cubriremos con láminas de plata comestibles, para dar un poco de brillo y en su interior un punto de alioli que ofrecerá su sabor característico.
Demos la bienvenida al otoño con la entrada de platos como éste.
Ingredientes:
Cabrito 4 espalditas
Patatas baby 12 unidades
Rebozuelo 250grs
Alioli suave 100 grs
Láminas de plata 3 unidades
Sal maldon
Aceite de oliva
Demi glace 100ml
Elaboración:
Cabrito:
Pulir las espalditas de cabrito. Salpimentar y envasar con un poco de aceite de oliva. Cocinar a 63º durante 20 horas. deshuesar y mantener la forma de la espaldita. Dejar enfriar y prensar envasando al vacío. Reservar.
Patatas:
Cocinar las patatas cubiertas de sal gruesa hasta que estén bien tiernas. Reservar.
Rebozuelos:
Limpiar y reservar.
Al pase:
Calentamos el cabrito en el horno con un poco de aceite. Marcamos en la brasa para dar sabor.
Calentamos las patatas y cubrimos con las láminas de plata. Partimos por la mitad y añadimos un punto de alioli.
Salteamos los rebozuelos.
Emplatamos el cabrito junto con las patatas, los rebozuelos salteados y la salsa demi glace.